Hacer un amago de portabilidad es el truco de lograr alguna ventaja de tu operador haciéndole pensar que estás a puntito de darte de baja. En ADSL, lo más habitual es conseguir con ello rebajas en la factura. La técnica suele marchar por el hecho de que los operadores prefieren mantener a un cliente del servicio con ofertas singulares antes que perderlo. Mas hay que tener cuidado, porque asimismo conlleva riesgos. Las contraofertas Vodafone y de las otras operadoras son mejores en caso de un amago.
La forma más fácil (y segura) de hacer un amago de portabilidad es llamar al servicio de atención al usuario de tu compañía y preguntar por el departamento de bajas. Ahí debes exponer las razones del disgusto con tu distribuidor y sugerir la intención de darte de baja. Por ejemplo, puedes preguntar si deberías abonar alguna penalización por cancelar tu contrato y explicar qué mejores ofertas has visto en otras compañías.

Es importante que el teleoperador no intuya que el objetivo inmediato de tu llamada es el de conseguir algún género de descuento. Que parezca que verdaderamente tienes pretensión de cambiar pronto de compañía. Aun puedes pedir formalmente la baja, aunque puedes tener la mala suerte de que te la gestionen sin objeciones. En este caso debes tener cuidado con la penalización de la permanencia, que hoy en día aplican Movistar, Orange y Vodafone.

Para eludir que te vayas, el teleoperador te puede ofrecer descuentos en la factura, que acostumbran a ir desde el quince por ciento hasta el cincuenta por ciento a lo largo de unos meses. Si tienes televisión contratada, es posible que te den un bulto superior con más canales sin costo a mayores. En ocasiones estos descuentos van asociados a una permanencia, que deberás admitir si deseas la oferta.

Las mejores rebajas suelen darse cuanto más clara sea la intención de irse. De ahí que, una segunda manera de efectuar un amago de portabilidad es de forma directa registrarse con otro operador. Cuando este empiece el trámite de cambio de línea, tu antigua compañía puede llamarte para hacerte una oferta en el último instante. Pero ten cuidado, por el hecho de que el operador con el que te diste de alta podría obligarte después a pagar unos gastos de más de 100 euros por anular el cambio. Y así saldrías perdiendo.

Si estás disconforme con tu actual oferta, seguramente la forma más sincera de ahorrar sea buscar con una una opción mejor con una comparativa de ADSL y decidirte a contratarla. Si en el proceso, tu antiguo operador te ofrece un descuento atrayente, aprovéchalo. Pero si no consigues nada, no te preocupes. Lo más seguro es que también salgas ganando con el cambio de compañía.