El cultivo de la vid es una actividad gratificante en la que se pueden verificar los resultados y se pueden hacer mejoras cada año.

Quien tiene la suerte de poseer un pañuelo de tierra tiene la posibilidad de dedicarse al cultivo de la vid:

Hacer vino con sus propias uvas, obteniendo así una doble satisfacción.

En esta guía muy detallada sobre eL viveros de vid encontrará nociones que, aplicadas correctamente, le permitirán obtener uvas sanas para hacer vino sin añadir sustancias correctoras.

El producto de nuestra actividad debe ser consumido con sabiduría y moderación.

Pero para quien decida amarlo, aún más emocionante que meterlo en el gargarozzo (o tal vez, aunque menos expresivo "probarlo en el paladar"), es aprender a seguir su transformación y evolución, que tiene lugar día tras día a partir del mosto y luego, de nuevo, en barrica y botella.

Descubramos, pues, el maravilloso mundo del cultivo de la vid.

Digamos de inmediato que la planta de uva en maceta tiene muy poco sentido, ya que no es apta para este tipo de cultivo... ¡mejor déjala en paz!

Viñas y cultivos

La elección de la variedad de vid y la forma de cultivo más adecuada determinan la calidad de la cosecha.

Hay tres fuerzas en juego que determinan las características y el sabor de un racimo de uvas (los cuidados de cultivo, aunque parezcan extraños, sólo son importantes en el segundo caso).

la tierra, el clima y la variedad

Quien practica el cultivo de la vid en casa apenas puede decidir sobre el suelo y el clima, por lo que sólo tiene que elegir la variedad que mejor se adapte a la parcela disponible.

El problema se puede abordar de forma estrictamente científica, pero es bastante difícil: se necesita un análisis de suelo y datos climáticos de varias temporadas atrás, además del asesoramiento de un buen agrónomo.

Para nosotros, aficionados, el método de cultivo de la vid es suficientemente fiable; preguntamos a nuestros vecinos agricultores:

Cada uno de ellos podrá contarnos su experiencia y, después de la debida tara, podremos hacer la elección adecuada para nosotros; en cada zona geográfica de cultivo de la vid hay variedades de uva blanca y tinta con calidad y productividad históricamente reconocidas.