•Cocinas y comedores, espacios arquitectónicos •La cocina como signo de identidad •La cocina el lugar del fuego •El comedor como centro de reunión •INTERMEDIO •Cine con palomitas •Bodegón Mexicano
espacios arquitectónicos residenciales donde se desarrolla la vida cotidiana de sus habitantes. Estas fotografías de los años de 1900 a 1974 nos permiten observar, percibir, conocer y comprender las dinámicas familiares de estos espacios domésticos. Cocinas, comidas y comedores, vistas también en las fotografías como conjuntos de formas creadas alrededor del hogar, como signos de identidad regional y del apego a la vida de los poblanos.
esta en haberla comido y tener en la boca ese gusto maravilloso capaz de identificar en segundos, lo que caracteriza culturalmente a nuestra cocina. Estos son sus registros: •El sabor y la estética •El gusto y el colorido •El aroma y los brillos •La textura y el relieve Así, la unión de alimentos y procedimientos culinarios y la manera de condimentarlos han dado como resultado una versátil cocina regional, misma que se trasmite de generación en generación. Este es nuestro aporte a la gastronomía universal
propia tecnología, y es en la cocina donde esto mejor se refleja. En el caso del cocimiento de los alimentos, los fuegos de las cocinas poblanas han tenido diversos combustibles: * Leña para la “Cocina de humo” * Carbón para el brasero empotrado, el de barro y el de lámina * Petróleo para estufas y hornos * Electricidad para estufas * Gas para estufas
y podían tener de tres a siete parrillas. Ciertos braseros eran revestidos con azulejos de Talavera, lujo señorial de las casas poblanas. Otros, solamente pintados de color Rojo de Prusia. Para desahogar el humo del carbón y los vapores producidos por el cocimiento de los alimentos, tenían una gran campana que remataba en el techo y cuyo tiro daba al exterior
de gas: modificaba las necesidades de almacenaje del combustible; no producía humo ni malos olores, permitía un mayor control sobre la flama, lo que a su vez hacía posible que el cocimiento de los alimentos se hiciera de manera más uniforme y la mayor ventaja, una considerable disminución del tiempo destinado a la preparación de los alimentos
un amplio espacio que recibe luz por los patios. Sus muebles de maderas finas como aparadores, cómodas y vitrinas, sirven para exhibir la loza y el cristal. La mesa con sus extenciones, va cubierta con una pesada carpeta de brocado y galón, o con un mantel de lino o algodón. Las sillas, a su alrededor. El refinamiento en la mesa bien puesta consiste en la vajilla, el cristal, la cubertería y adminículos tales como saleros pimenteros y vinagreras, elementos que manifiestan el cuidado y el buen gusto puestos al poner la mesa. Incentivos todos, a las buenas maneras, la urbanidad y buen comportamiento en un ámbito que es personal y propio: el comedor
comedor, la vajilla y los manjares era para el disfrute de los niños. Para la ocasión, moños y gorros eran esenciales para niñas y niños quienes muy atentos, posaban para el fotógrafo. La celebración era con una esplendida merienda, exquisiteces culinarias preparadas desde la víspera se les ofrecía a los niños y adultos: tamales, gelatinas, atole o chocolate o leche caliente, pan de dulce y pastel.
el episodio de la comida sirve para el reencuentro, y para unir o desunir a los concurrentes a la mesa. Comer de película. Personajes que saben como comer, comensales que se llevan a la boca sutiles manjares, puede que el espectador lo crea, más cuando se da cuenta que, aperitivo, plato fuerte y postre solo son para la ficción, el acto de comer quedará solo en actuación. Pero en esencia, la película cumple su cometido: mostrar las relaciones humanas alrededor de la mesa
esta exposición, parte de la historia de la alimentación como un hecho cultural de primera magnitud. Exposición que denota como el ser humano más allá de satisfacer una necesidad: el consumo de productos para asegurar su subsistencia, ha convertido a la alimentación en un hecho cultural. Y que en nuestra región sigue siendo un hecho central, porque los poblanos comemos y comemos bien. muestra a la sociedad una parte de nuestra historia regional con piezas de sus fondos, más una parte del acervo de dos coleccionistas.