cliente a una pregunta que se le plantee vendrá con demora. Es- pere a que él responda y conteste a su vez con un: “siento que...”, “note...”, “perciba las ventajas...”. Caracter y Personalidad El comercial debe preocuparse por ve- rificar el carácter o tipo de persona- lidad de cada cliente y adaptarse a él para de esta manera servirle y fideli- zarle de forma más adecuada. He aquí algunos tipos de carácter y de consejos para conseguir relacionarse mejor con ellos. Decidido: Nos interrumpe y habla por encima de nosotros. Debemos dejarle hablar y mantener la calma. Indeciso. Nunca está satisfecho y mantiene una actitud insegura y defen- siva. Debemos ayudarle a tomar una de- cisión, dándole alternativas. Introvertido: No reacciona a nuestras preguntas y responde con monosílabos. Debemos agilizar y animarle, comen- zando por preguntas abiertas para luego presionar para conseguir una decisión y respuestas. Extrovertido: Debemos hacer pre- guntas cerradas para no dar la oportu- nidad de divagar, manteniendo su aten- ción hacia los temas a tratar. Maleducado: Si nos responden con descortesía y menosprecio debemos ig- norar la forma en la que nos dicen las cosas (la forma de enviar el mensaje) y enfocarnos en la clave del mensaje, en su significado. Agresivo: Vence por agotamiento en la argumentación. Discute todo con gran energía y convicción, aun cuando está errado. Tenemos que usar la técni- ca de “soltar y tirar” (interesante lo que dice pero... entiendo lo que me dice pero...) No debemos nunca entrar en una discusión; prolongaremos la situa- ción sin conseguir otra cosa que irritar aún más al cliente. Desconfiado: Desconfía de todo y no se deja impresionar. No debemos insis- tir en nuestros argumentos, sino utilizar la técnica de venta negativa, instando al cliente a que compruebe lo que le deci- mos y dejando vía libre recomendando que si no es así no compre. ... y la costumbre Saber cómo es nuestro cliente de hecho es una ventaja competitiva, y sobre este tema podemos daros algunos ejemplos esenciales para captar y comunicar con nuestro cliente: Saludo verbal: Por ejemplo hablar de tú o de usted siempre va a depender de la costumbre en la zona y del tipo de persona; pero aunque siempre pode- mos encontrar una forma impersonal, en caso de duda es mejor iniciar con el usted, o dejar que sea la otra persona la que inicie el tuteo. Saludo no verbal: Por exemplo, ¿será más correcto dar la mano, o dar un par de besos, o una simple inclinación de cabeza...? El medio lo definirá, pero por regla general, cuando no hay una relación mutua la mano siempre es más correcto, incluso entre mujeres. Cuando aumenta la confianza se podrá pasar al beso, e incluso el gesto lo facilitará, si se hace en un momento adecuado. Nun- ca se debe rechazar un gesto informal de confianza por parte del cliente; si lo hace puede dar una señal de rechazo o escasa confianza, lo que supondría un mal comienzo. Forma de vestir: Por ejemplo, ¿será mejor chaqueta y corbata, solo chaque- ta sin corbata, o informal? Nuevamente depende del mercado. Lo más correcto es chaqueta y corbata, pero si el trabajo se va a desarrollar en el campo lo mejor es adaptarse, aunque con ropa en buen estado y de calidad. También existen códigos de “fuera de horas de trabajo” o en fin de semana cuando la gente está más informal. En todo caso hay que evitar que nuestra forma de vestir se lea como falta de respeto. Y por cierto que, puesto que hemos de diferenciarnos, no es malo que lo hagamos con nuestra vestimenta, pero haciéndolo de forma positiva, hacia la profesionalidad. En todas estas cosas vemos una peque- ña muestra de cómo más que un buen guión o una buena frase, lo que tenemos que cuidar es nuestra comunicación ver- bal y principalmente la no verbal, ase- gurándonos de que se corresponda con lo que queremos transmitir, como se- ñales que queremos enviar con nuestro cuerpo. Pero para eso tenemos primero que creer en lo que transmitimos. Asi que comunicar no es solo hablar, sino sobre todo observar, ver y entender: “por sus actos los conoceréis”. Para comunicar bien debemos tener en cuenta las formas de comunicación y la personalidad de cada cliente. Massimo Forte es un colaborador habi- tual que escribe desde XXX. 44 | Julio/Agosto/Septiembre 2014