sol entra por la ventana del conductor donde está Leo, un hombre de 42 años, cara cansada y chaqueta de invierno, con un cigarrillo en la boca. Una última larga pitada llena sus pulmones mientras que con la otra mano busca la manija para abrir la ventana. Termina el cigarrillo y encuentra la manija, abre la ventana. FRIO, VIENTO Y RUIDO entran y Leo tira la culetilla y cierra la ventana lo más rápido que puede, se frota sus manos congeladas y espira su aire caliente a ellas. Tratando de olvidar el frío, agarra una botella de cerveza de su portavasos, la alcanza a su boca, pero antes de saborearla: Leo queda totalmente ciego con las luces altas de un auto acercándose, se tapa la cara con la mano con botella para no perder el camino. Se molesta, pero trata de no darle importancia y se acerca de vuelta la cerveza. Dos, tres tragos y se limpia con la chaqueta. Otras luces se acercan. Ahora claramente molesto, Leo deja su cerveza en el portavasos y baja el parasol. Este parasol es viejo, sucio, igual que todo el auto. Desde el espejo, Leo molesto ve pasar las luces cegantes del auto. Al costado del espejo, una foto deteriorada de Leo, con una sonrisa completamente desconocida para nosotros y una pequeña niña a su lado. Leo también nota la foto, vuelve a mirar el camino tratando de ignorarla, pero ya es muy tarde, se empieza a rascar la cabeza y cierra el parasol con fuerza. EXT. CALLEJÓN - DÍA 2 2 FLASHBACK: Un callejón estrecho, lleno de cables, basura y posters con propaganda militar. Tranquilidad por un segundo hasta que Leo se cruza corriendo. Lo seguimos. Con desesperación y miedo, Leo corre con todas sus fuerzas, pero no está solo, arriba suyo está la pequeña niña de la foto, que esconde su cabeza dentro del hombro de su padre.