acciones que veníamos realizando. Cuando trabajamos nos ocurre que estamos en un devenir constante, siendo “uno” con lo que hacemos. Actuamos desde la transparencia, no tenemos una verdad única e inmodificable, sino que vamos transformando nuestro quehacer paso a paso, nuestro “estar en el mundo”. Cuando hay un problema y el error emerge en nuestro campo de atención, salimos del fluir y nos lleva a interpretar racionalmente nuestra acción, nos juzgamos (¡qué torpe soy!) y nos culpamos. Pero lo interesante es que lo que permitió este exabrupto fue otro “juicio”; nosotros esperábamos “que todo funcionara bien” o por lo menos esperábamos “no errar”. El error se nos aparece como no esperado y eso nos saca del “fluir”. Hacemos juicios y muchos, sobre lo que es normal esperar, y son ellos mismos los que frente al quiebre, nos llevan a la desesperación. Cuando trabajamos bien no es producto del dominio de la razón, sino de actuar con transparencia. La razón deberá entonces sumarse al todo, y re-ubicarse, donde una buena evaluación, analítica y minuciosa, nos da certezas. A veces nos pasa que atribulados por una situación compleja que nos cuenta asir, decidimos seguir actuando, inmersos en el presente, viviéndolo, sintiéndolo y todo nos resulta bien, repentinamente nos damos cuenta de que lo que tenemos que hacer con respecto al resto de la situación, simplemente surge la sincronización. Por supuesto que existe una gran dificultad para nosotros los seres humanos en “dejarnos fluir”, esto es natural en plantas y animales, pero no lo es para nosotros. La existencia humana nos lleva a hacernos cargo de los acontecimientos, tenemos “intenciones”, actuamos, no podemos descansar en un simple fluir, buscamos, queremos tener un sentido para nuestra vida. Relacionemos ahora lo dicho, con el concepto de “la nada” de Nietzsche. Un “sin sentido” que nos angustia y un accionar compulsivo en busca del mismo sentido que escapará de nuestras manos. ¿Acaso no les resulta conocido? Entonces imaginémonos trabajando, siendo en él, no esperando nada pero viviendo todo, buscando lo óptimo pero actuando desde la transparencia...,