La música otomí interpretada por los pifaneros en la región del semi-desierto queretano está por extinguirse. Son muy pocos los pobladores que aún conservan esta herencia musical ligada a los ritos que perviven desde tiempos de la época prehispánica. El cambio de estética de la recepción musical debido a los esquemas impuestos por la cultura dominante genera rechazo a las manifestaciones culturales diferentes al modelo imperante.
La música de los pifaneros otomíes, es considerada por diversas organizaciones nacionales e internacionales, como patrimonio inmaterial de la humanidad. La tecnología puede ayudar a la salvaguardia de la música, ritos y tradiciones de esta gran cultura.