generales, las nubes privadas son entornos de nube diseñados exclusivamente para un único usuario final, donde el entorno suele ejecutarse detrás del firewall de ese usuario. Todas las nubes se convierten en nubes privadas cuando la infraestructura de TI subyacente se destina a un solo cliente con acceso completamente aislado. Una nube pública es un depósito de recursos virtuales —desarrollados a partir de hardware que pertenece y es operado por una empresa de terceros—, que se aprovisiona y asigna automáticamente a múltiples clientes a través de una infraestructura de autoservicio. Es una forma sencilla de escalar horizontalmente las cargas de trabajo que experimentan fluctuaciones inesperadas de las demandas. Una nube híbrida es un entorno de TI aparentemente único creado a partir de muchos otros entornos. Las características de las nubes híbridas son complejas, y los requisitos pueden variar. Todos los sistemas de TI se convierten en nubes híbridas cuando las aplicaciones pueden trasladarse a varios entornos distintos, pero que aún están conectados, y fuera de ellos. Al menos algunos de esos entornos deben provenir de recursos de TI consolidados que puedan ampliarse, según se requiera.