desarrolla en la provincia de Tete, una de las más pobres de Mozambique. La elevada mortalidad en el parto, la malaria y el SIDA han causado una elevada tasa de orfandad. Para no separar a los niños y niñas de sus familias , la Compañía de Jesús ha construido 7 casas de huérfanos. En cada casa viven niños y niñas separados por edades y sexos (excepto hermanos y bebés) con dos mamás sociales de las aldeas, contratadas para cuidarlos y a las que se da formación específica. El programa acoge acoge en este momento a huérfanos en 7 aldeas de la zona. De ellos, 30 están escolarizados en la ESIL y entrarán 15 más en el próximo curso, que comienza en febrero del 2020.