consumida por la seduccion fatalista. Ella canta junto al Fantasma en un escenario teatral que refleja el poder de sus deseos reprimidos a trav’es del fuego que consume la puesta en escenay su conexión profunda con él. Christine permite que el ello tome el control, dejando salir a su lado más oscuro y sensual de sí misma, motivida por el misterio, la pasión y la intensidad del Fantasma. Aquí, Christine se permite ceder, aunque sea momentáneamente, a los impulsos que la conectan con algo más carnal, a diferencia de Raoul que representa un amor terrenal. Sin embargo, también presenta el temor a que representa el fantasma: la pérdida de su autonomía y la entrega total al control de él.