“Dicen los expertos en la materia que una vez que pruebas los tests no puedes dejarlos. Una sensación de seguridad y buen rollo te invade cada vez que aparece una barrita verde o mensaje similar que indica que todos los tests han pasado con éxito. Pero, como toda sustancia que provoque adicción, hay que aprender a controlarla y a conocer sus efectos para que no caigamos en un extremo negativo en su uso”.
“Aunque la sustancia base es la misma, el test, nos encontramos como diferentes variantes: test de UI, test de integración o test unitarios entre otros. También nos encontramos catalizadores como mocks, stubs, spy, fakes o dummies. Bajo un uso responsable y adecuado podemos ver como el uso de esta sustancia, el test, nos permite alcanzar momentos de bienestar y felicidad dentro de nuestro proceso de desarrollo software”.
“No va de magia ni de recetas infalibles sino de herramientas y de unas prácticas que nos permitan gestionar la ‘saludable’ adicción al testing”.