coloca por doble motivo entre dos mundos: ! por un lado, por su forma y su contenido; entre el mundo literario judío y el helenista; ! por otro, por la originalidad del contenido, entre el mundo judío de donde procede y el mundo cristiano que se irá configurando precisamente en la confrontación inteligente y vital con los libros del Nuevo Testamento y su mensaje ! Mateo 5 17
pleno ‹‹el tiempo› y el lugar de Dios››. Llega así el momento final de nuestra creación, allí donde la historia se vuelve escatología, el tiempo, plenitud cumplida. Jesús nos conduce a Dios para que allí nos olvidemos de lo humano, ESCATOLOGIA Parte de la teología que estudia el destino ultimo del ser humano y el universo
que un cambio de época, o el nacimiento de un nuevo movimiento religioso, porque la presencia histórica de Jesús en la Palestina del siglo I es: • La realización por parte de Dios, “ • La inauguración de la etapa decisiva de la historia de la sal-vación • La realización del mas grande testimonio de amor que Dios pudo haber dado al hombre • El acercamiento a esta definitiva etapa de la Historia de la salvación no debe quedarse en lo cultural y literario, es necesario que cada uno se sienta interpelado y se incorpore a la fila de quienes recorren el camino estrecho.
Cristo, van explicando su doctrina auténtica, proclaman la fuerza salvadora de la obra divina de Cristo, cuentan los comienzos y la difusión maravillosa de la Iglesia, predicen su consumación gloriosa (DV 20).
nos ha dicho todo. El Hijo, Palabra de Dios, ha entrado misteriosamente en la historia, ha iniciado su diálogo con el hombre a través de la creación Aspectos teológicos El hilo conductor de los escritos del Nuevo Testamento es la persona, la vida y el misterio de Jesús de Nazaret
mento, como en Gen 3,14; Núm 24,15; Is 7,14; Is 9,5, más o menos veladamente; y en muchos otros pasajes de la Biblia. Todas las líneas del pensamiento mesiánico del Antiguo Testamento las encontra-mos orientadas a Jesús por los escritos del Nuevo y realizadas en su persona (Lc 4,41; Mt 16,20).
a predicar un mensaje salvífico (Jn. 7,4-6) en nada parecido al de otros hombres, y se dice el Mesías, el Cristo, el Hijo de Dios Lc. 22,67-71). Anunciar que Jesús es el Cristo es anunciar y proclamar que Jesús de Nazareth es el que cumple las promesas de Dios tal como se había anunciado al pueblo judío en el A.T. En el diálogo con la Samaritana, Jesús proclama abiertamente que él es el Mesías (Jn 4,25). La confesión de Pedro también es explícita y en su respuesta Jesús no deja lugar a dudas que Él es el Mesías (Mt 16,16).
a ser Dios, porque esto iba contra su concepción monoteísta rígida, muy aleja-da todavía del dogma trinitario. “ Los judíos mesiánicos una secta poca conocida del judaísmo aceptan a Jesús como el Mesías-el enviado o ungido-de-Dios pero a diferencia de los cristianos consideran que nunca vino a fundar una nueva religión o iglesia
Padre, Hijo y Espíritu Santo: una sola naturaleza divina en tres Personas, perfectamente iguales y realmente distintas. Jesús los nombra expresamente, ordenando a los Apóstoles bautizar «en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo» (Mt 28, 19)
y defiende que los cuatro Evangelios tienen origen apostólico. Pues lo que los Apóstoles predicaron por mandato de Cristo, luego, bajo la inspiración del Espíritu Santo, ellos y los varones apostólicos nos lo transmitieron por escrito, fundamento de la fe, es decir, el Evangelio en cuatro redacciones, según Mateo, Marcos, Lucas y Juan.
firme y constantemente ha creído y cree que los cuatro referidos Evangelios, cuya historicidad afirma sin vacilar, comunican fielmente lo que Jesús Hijo de Dios, viviendo entre los hombres, hizo y enseñó realmente para la salvación de ellos, hasta el día que fue levantado al cielo. Los Apóstoles, ciertamente, después de la ascensión del Señor, predicaron a sus oyentes lo que El había dicho y obrado
y de los Apóstoles se desarrolló en Palestina, que conocemos en sus grandes partes: Judea, al sur; Samaria, al centro; y Galilea, al norte. Toda la región estaba en esos años bajo la dominación del Imperio de Roma.
los Herodes: Herodes el grande, y sus tres hijos: Arquelao, Herodes Antipas y Filipo. El más vinculado con los hechos del Evangelio es Herodes Antipas. Mc 6 17-29 Mt. 14 3-23 el que mato a Juan Bautista El más famoso procurador romano fue Poncio Pilato, que gobernó desde el año 26 al 36. En el norte, en la Galilea, gobernó Herodes Agripa, favorito de los emperadores romanos, hasta el año 44. Persiguió a la Iglesia cristiana (Cf. Hech 12, 1-19) y ganándose la simpatía de los judíos, reemplazó a procuradores romanos.
la independencia del Estado judío. Roma encargó al joven Vespasiano, futuro emperador, que sofocara el levantamiento en el año 67. La campaña militar duró tres años. Mientras tanto Vespasiano viajó a Roma, por la muerte de Nerón (año 69) y dejó a su hijo Tito el mando en Palestina. Tito, en ocasión de la Pascua del año 70, puso a Jerusalén en estado de asedio. Cinco meses resistieron los judíos atrincherados en la Ciudad Santa .
Jerusalén fue arrasada, el Templo totalmente destruido, como nos relata el Evangelio: “No quedará piedra sobre piedra” (Mc 13, 1-2). Los habitantes fueron deportados y vendidos como esclavos. El Sanedrín quedó suprimido, El Judaísmo como religión persistía en toda la Diáspora. Allí vivían unidos entre sí, con su organización, conservando intactas sus leyes y sus costumbres religiosas. Desde ese tiempo hasta nuestros días, el pueblo judío ha sido siempre la nación sin patria, respetados por algunos, perseguidos por otros. Sólo en el año 1948 lograron restablecer en Palestina el Estado de Israel .