de septiembre de 2004. Bachillerato LOGSE 1. En este fragmento manejaremos varios conceptos fundamentales de la metafísica y la epistemología aristotélicas: Comencemos por el de “substancia” por ser el que tiene un carácter más general. Para el Estagirita, lo que existe son las sustancias concretas que tenemos ante nosotros. Generalizando, todo lo que existe es substancia. Todo el ser, todo lo que es, es substancia. Pero esa substancia genérica siempre aparece ante nosotros determinada, concretada, particularizada; es decir, caracterizada con diferentes “atributos”, o sometida a diferentes categorizaciones: el tiempo, el lugar, el espacio, etc. (esto se desarrollará con detalle en la pregunta 3). Con un ejemplo se comprenderá con facilidad: una persona no es, simplemente, un “ser humano” genérico; es un ser humano macho, anciano, rubio, padre de otros dos seres humanos, enfermo, etc. Así pues, al igual que habrá una ciencia absolutamente general que estudie el ser en cuanto ser (también esto se desarrollará en la pregunta 3), también habrá ciencias que estudien las diferentes determinaciones, particularizaciones, categorizaciones o atributos del ser. Pongamos el atributo o categoría de la “cantidad”; esa parte concreta y particularizada del ser, de la substancia, será estudiada por las matemáticas, que serán, por tanto, una ciencia particular (y no debemos entender en este texto ciencia en el sentido moderno, sino de forma más imprecisa: como saber organizado, o conocimiento fundado). Tener ciencia o conocimiento de algo es para Aristóteles, conocer sus causas (la teoría de la causalidad de Aristóteles es muy compleja; también la desarrollaremos en la pregunta 3), la condición y el fundamento de su existencia, el principio de su ser. Las ciencias particulares requerirán causas particulares, y la ciencia del ser buscará las causas supremas del ser, los primeros principios de todo lo que existe. Aunque lo volveremos a desarrollar, anticiparemos ya que dicha ciencia será la “filosofía primera” o “metafísica”. Desarrollaremos esta cuestión a continuación. [La única dificulta de esta pregunta es darse cuenta de que es lo que conviene explicar primero, para no liarse y que todo vaya conectado. Pero es que nadie nos obliga a contestarlas en el orden de la pregunta; busquemos el más lógico o el que resulte más fácil para nosotros]. 2. Aristóteles, en este texto, pretende demostrar que puede y debe haber una ciencia como la filosofía primera, una ciencia general que abarque el ser en su conjunto; y que esta ciencia tiene como objeto de estudio la substancia, que es propiamente, el ser. [Presentación del texto; determinación del tema que trata]. Veamos a continuación cómo lo argumenta; pero antes para comprender bien este texto es importante hacer una breve referencia a la clasificación aristotélica del saber. Para Aristóteles, los saberes más elevados son los puramente teóricos o contemplativos, aquellos en los que la gratificación del puro conocimiento es valiosa por sí misma, y no el conocimiento por una utilidad externa. El amante de la sabiduría, el filósofo, desea tener ciencia, conocimiento, “sofía”; y este conocimiento será más valioso en la medida en que sea lo más amplio posible, es decir, en la medida en que abarque todo lo que es en su esencia, o lo que es lo mismo: “el ser en cuanto ser”, junto con sus principios y sus causas. Esta será, dentro de los saberes teóricos, la filosofía primera y fundamental (que por motivos que sería largo explicar, y relacionados con la edición de sus obras, acabó llamándose “metafísica”). Las ciencias particulares, aún siendo saberes teóricos, no abarcan el ser en cuanto ser, sino determinados atributos del ser, por eso constituyen la “filosofía segunda”. [Todo esto vendría a ser una explicación y una contextualización del primer párrafo]. En el segundo párrafo nos explica que el ser es un término que se predica, por analogía, de todo lo que es. Igual que médico es un término predicable de todo lo que tiene que ver con la medicina (“operación médica”, “baja médica”, “informe médico”, “facultad de medicina”, “ungüento medicinal”), ser es un término que se predica de todo lo que es (“yo soy”, “el perro es un pastor alemán”, “la casa es vieja”). Se trata, pues, como ya dijimos, de un término análogo. Y concluye diciendo que ser es un término que se predica de todo lo que existe. Y como todo lo que existe son substancias con atributos o accidentes, ser es un término que se habrá de predicar (“decir”), análogamente, de la substancia o de sus accidentes. (Fijémonos en que Aristóteles siempre busca establecer clasificaciones de la realidad, y en este caso parte del análisis lingüístico. Por eso su espíritu, frente al de Platón, es característicamente empirista). [Esta es la explicación y el comentario del segundo párrafo del segundo párrafo]. Y finalmente, en lo que resta de texto, el Estagirita deduce la conclusión que nos había presentado al principio: igual que hay una ciencia particular de todo lo sano (la medicina) habrá de haber una ciencia general de todo lo que es (la filosofía primera o metafísica), que busque las causas y principios primeros del ser o lo que es lo mismo, de la substancia (“de aquello de lo que dependen las demás cosas y por lo cual se dicen”, en sus propias palabras). Con ello queda justificada la necesidad de saber metafísico. [Tercer y cuarto párrafo; en realidad, saca la conclusión que ya había presentado en el primer párrafo, y por lo tanto se repite; eso no quita para que nosotros no insistamos sobre ello]. 3. Esta pregunta de filosofía es relativamente fácil; se trata de contar la metafísica de Aristóteles, tal y como viene en los apuntes. Pero hay que tener varias precauciones: en primer lugar, no repetir excesivamente lo que ya se contó, sino citar (“como se explicó en la pregunta 2, etc.”); en segundo lugar, añadir la información que falta (cuáles son las causas de las que se habla, la lista completa de los atributos); y por último, dado que nos pide que enmarquemos el texto, además de en sus concepciones metafísicas, en su filosofía en general, no estaría de más contraponerla a la de Platón, resaltar su carácter empirista, clasificatorio, biologicista, etc., en línea con lo que se esbozó líneas atrás, al comentar el segundo párrafo del texto en la pregunta anterior.