Desde el principio el Papa Francisco ha querido poner en el centro de la Iglesia a Jesús. Para esto es necesario recuperar el evangelio, el proyecto de Jesús de tal manera que el discípulo de Jesús lo viva y lo encarne en sus realidades concretas.
vida sea el mejor reflejo de mi nombre. Adéntrate en mi reino en cada paso que des, en cada decisión que tomes, en cada caricia y cada gesto. Constrúyelo tú por mí, y conmigo. Esa es mi voluntad en la tierra y en el cielo. Toma el pan cada día, consciente de que es un privilegio y un milagro. Perdono tus errores, tus caídas, tus abandonos, pero haz tú lo mismo con la fragilidad de tus hermanos. Lucha para seguir el camino correcto en la vida, que yo estaré a tu lado. Y no tengas miedo, que el mal no ha de tener en tu vida la última palabra… Amén. (José María R. Olaizola sj)
como principio de actuación. Una vida más digna y liberadora para los más pobres, desvalidos y oprimidos. El programa de Jesús consiste en curar la vida de las personas y la convivencia social. En el horizonte del proyecto de Jesús está siempre presente el ofrecimiento del perdón de Dios a todos sus hijos.
lengua de Jesús ni siquiera existe propiamente un término arameo para designar lo que hoy nosotros llamamos “religión”. En aquella sociedad todo está entremezclado. Lo religioso.
presente en todos los ámbitos de la vida, legitimando, orientando e impulsando una determinada manera de entender y de organizar la convivencia. Lo religioso.
del templo. No enseña una doctrina religiosa para que sus discípulos la aprendan y la difundan correctamente. Jesús anuncia un acontecimiento. UN ACONTECIMIENTO NUEVO
NUESTROS PROBLEMAS Y DESAFÍOS; QUIERE CONSTRUIR JUNTO A NOSOTROS UNA VIDA MÁS HUMANA, UN MUNDO MÁS SANO, MÁS JUSTO, MÁS DICHOSO PARA TODOS, EMPEZANDO POR LOS ÚLTIMOS […] UN ACONTECIMIENTO NUEVO
HEMOS DE VIVIR CREYENDO ESTA BUENA NOTICIA. COMO VEREMOS, ESTE PROYECTO DEL REINO DE DIOS NO ES UNA RELIGIÓN. VA MÁS ALLÁ DE LAS CREENCIAS, PRECEPTOS Y RITOS DE CUALQUIER RELIGIÓN […] UN ACONTECIMIENTO NUEVO
SI EN ROMA NO REINARA TIBERIO, SINO ALGUIEN QUE ACTUARA COMO EL PADRE DEL CIELO? ¿CÓMO SERÍA LA VIDA EN GALILEA SI EN TIBERÍADES NO REINARA HERODES ANTIPAS, SINO ALGUIEN QUE TUVIERA LOS SENTIMIENTOS DE DIOS? ¿Y CÓMO SERÍA LA VIDA DEL PUEBLO JUDÍO SI EL TEMPLO DE JERUSALÉN ESTUVIERA REGIDO NO POR CAIFÁS, SINO POR ALGUIEN QUE ACTUARA CON LA COMPASIÓN DE DIOS? ¿CÓMO CAMBIARÍA LA VIDA SI LOS SACERDOTES DE JERUSALÉN, LOS ESCRIBAS DE LA LEY, LOS TERRATENIENTES DE GALILEA, LOS LEGADOS DE ROMA ACTUARAN COMO QUIERE DIOS?
EN EL IMPERIO DE DIOS”, QUE, COMO VEREMOS A DIFERENCIA DE TIBERIO, NO QUIERE PODER, RIQUEZA Y HONOR, SINO JUSTICIA Y COMPASIÓN PARA LOS MÁS POBRES, LOS ÚLTIMOS, LOS EXCLUIDOS, LOS INDEFENSOS? ¿QUÉ QUERÍA AL INVITAR A TODOS A “BUSCAR EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA? ES EVIDENTE QUE PARA “ENTRAR2 EN EL REINO DE DIOS HAY QUE “SALIR” DE OTROS REINADOS: DEL DINERO, DEL PODER ABSOLUTO, LA VIOLENCIA, LA CRUELDAD.
deforman gravemente el verdadero proyecto de Jesús, y con qué facilidad se recorta su mensaje desfigurando su buena noticia. Mucho más lamentable y penoso resulta asomarse a tantas obras de ciencia-ficción, escritas con delirante fantasía, que prometen revelarnos por fin al Jesús real y sus enseñanzas secretas, y no son sino un fraude de impostores que solo buscan asegurarse sustanciosos negocios”. José Antonio Pagola
recorrer Galilea anunciando no el juicio airado de Dios, sino la cercanía de un Padre perdonador. Frente al talante austero del Bautista, que no comía pan ni bebía vino, Jesús sorprende por su estilo de vida festivo: come y bebe, sin importarle las críticas que se le hacen. Entre los discípulos que lo acompañan hay hombres y también mujeres.
también el talante y la estrategia profética de Juan. La vida austera del desierto es sustituida por un estilo de vida festivo. Deja a un lado la forma de vestir del Bautista. Tampoco tiene sentido seguir ayunando. Ha llegado el momento de celebrar comidas abiertas a todos, para acoger y celebrar la vida nueva que Dios quiere instaurar en su pueblo. Jesús convierte el banquete compartido por todos en el símbolo más expresivo de un pueblo que acoge la plenitud de vida querida por Dios.
hay que subir al templo de Jerusalén a ofrecer sacrificios de expiación; tampoco es necesario sumergirse en las aguas del Jordán. Jesús lo ofrece gratis a quienes acogen el reino de Dios.
una manera más sensible y concreta se dedicará a algo que Juan nunca hizo: curar enfermos que nadie curaba; aliviar el dolor de gentes abandonadas, tocar a leprosos que nadie tocaba, bendecir y abrazar a niños y pequeños. Todos han de sentir la cercanía salvadora de Dios, incluso los más olvidados y despreciados: los recaudadores, las prostitutas, los endemoniados, los samaritanos.
con lo que realmente hizo para anunciar el Reino de Dios: Jesús ciertamente se insertó en un grupito de pescadores y vecinos de Cafarnaum contagiándolos de la presencia diáfana de Dios en él […] Una comunión cotidiana
medio de sus parábolas, con su gesto continuo de perdón de los pecadores y con su entrega incondicional de misericordia con los más necesitados, es decir, haciendo en forma concreta comunión con ellos y revelando, por la misma razón, la comunión de Dios con él. Gustavo Baena, SJ Una comunión cotidiana
con todos los simpatizantes y seguidores una sola comunidad, sino, más bien una comunidad pequeña de discípulos cercanos, que incluía también mujeres (Lc 8,1 3), pero que fuera modelo o comunidad “memoria” del acontecer del Reino de Dios. Una comunidad memoria
verdades abstractas o un complejo de normas morales, sino el acontecer real de Dios en la historia humana y el comportamiento coherente con ese mismo acontecer, o sea, la comunidad. Un Reino encarnado
Padre está determinada por un impulso denominado “proexistencia”, con la cual “se apunta a la apertura y obediencia permanentes de Jesús delante del Padre y a la vez al servicio y solidaridad incondicional de Jesús con los hombres. La pro-existencia de Jesús vinculará entonces la relación de Jesús con Dios y su relación con los hombres, su actitud en la vida y su actitud en la m u e r te ”. O. G O N Z Á L E Z D E CA R D E DA L , “ L a soteriología…”, 291.
la concreción de la salvación. El Reino de Dios se realiza en Jesús de modo personal en la forma de servicio. Jesús está entre sus discípulos como quien sirve (Lc 22, 27).
se puede considerar como meramente humanitario. Sin duda que la comunión de Jesús con pecadores y marginados de entonces tenía para ellos también algo de humanamente liberador. Mas Jesús curaba las alienaciones de los hombres desde su raíz más profunda. La verdadera liberación traída por Jesús consistía en el perdón de la deuda ante Dios. La nueva comunión que traía e instituía era la comunión con Dios. Este servicio redentor le acarreó desde el principio la enemistad de sus oponentes (Mc 2, 1-12; Lc 15).
Dios y lo condenaron a muerte. Seguimiento de Jesús significa siempre seguirlo en este servicio. «Quien quiera ser el primero, ha de ser el último de todos y servidor de todos» (Mc 9, 35 par). El servicio, el amor hasta al enemigo, o sea, el ser para otros, es lo que constituye la nueva existencia que Jesús abrió e hizo posible. En tal existencia hay que contar con todo, abandonarlo todo (Mc 10, 28 par), exponiendo hasta la misma vida (Mc 8, 34 s par)” Kasper, 1978, p. 140.
más misericordiosos, más honestos y más humanos; es la que anima los corazones para llevarlos a amar a todos gratuitamente, sin distinción y sin preferencias, es la que nos hace ver al otro no como a un enemigo para derrotar, sino como a un hermano para amar, servir y ayudar; es la que nos lleva a difundir, a defender y a vivir la cultura del encuentro, del diálogo, del respeto y de la fraternidad; nos da la valentía de perdonar a quien nos ha ofendido, de ayudar a quien ha caído; a vestir al desnudo; a dar de comer al que tiene hambre, a visitar al encarcelado; a ayudar a los huérfanos; a dar de beber al sediento; a socorrer a los ancianos y a los necesitados (cf. Mt 25,31-45). La verdadera fe es la que nos lleva a proteger los derechos de los demás, con la misma fuerza y con el mismo entusiasmo con el que defendemos los nuestros. En realidad, cuanto más se crece en la fe y más se conoce, más se crece en la humildad y en la conciencia de ser pequeño”. Papa Francisco Egipto, 2017.
Cuento contigo para que lleves mi Reino que también es para ti. Cuento contigo hasta con tus sorderas, cegueras y parálisis. Cuento contigo porque quiero necesitarte... es mi modo de ser Mesías. Cuento contigo para que, aunque mojado y con miedo, juntos caminemos sobre el agua. Cuento contigo porque necesito tus redes vacías para seguir pescando. Cuento contigo para que cuando no sepas qué decir me sigas anunciando. Cuento contigo para que desde tu perplejidad brote una nueva mirada contemplativa. Cuento contigo para que entre tanta pasión volvamos a resucitar. Cuento contigo porque las pobrezas y exclusiones nos duelen cada vez más. Cuento contigo para que en las fronteras vibren y latan tu vida y la mía. Amén (Marcos Alemán, sj)